Fuente: Milenio
ÁGORA
Alejandro Salas
2010-05-31•Política
El puerto de Tampico y toda la ciudad en su conjunto son parte importante de la historia propia del país.
Su bellaza arquitectónica, su catedral, su Plaza de Armas vinieron a dar un toque de relevancia a una provincia clave en el intercambio comercial nacional e internacional, y posteriormente, junto con Ciudad Madero y Altamira, se convirtió en un importante destino turístico.
Es cierto, del Tampico señorial que presumía su tranvía, sus edificios, sus ríos y lagunas al Tampico de hoy hay marcadas diferencias, por el olvido, la falta de mantenimiento y la contaminación, pero todavía hace poco, aquí, se podía vivir sin sobresaltos.
Cuando en México comenzó a desatarse la guerra entre los cárteles de la droga, y la sangre comenzó a teñir puertos como Acapulco, Mazatlán, Puerto Vallarta, y ciudades como Reynosa, Nuevo Laredo, Matamoros y Monterrey, por mencionar algunas de la región, en Tampico aún se podía vivir relativamente tranquilo.
A partir de 2007 algunos eventos con ejecutados comenzaron a llamar la atención en la plaza, asesinatos que poco a poco se fueron extendiendo a las otras dos ciudades vecinas y hermanas.
Pero de repente, la guerra entre los mismos grupos delincuenciales, sus reacomodos y la actuación de la Sedena, la Marina y la Policía Federal Preventiva han transformado la ciudad.
Desde el inicio de este año, sobre todo a partir de abril, los ecos de las ráfagas y los granadazos perturban nuestras vidas.
Los delincuentes se empeñan en sus amagues para que los efectos de sus guerras, que de paso cobra vida de policías, tránsitos, ministeriales y vidas inocentes no sean publicados en la región, como si eso fuera garantía de que la plaza no se calienta.
Mientras tanto, las autoridades de los tres niveles siguen calladas, sin transparentar oficialmente lo que está pasando.
Mañana es día de la Marina, y seguramente habrá discursos oficiales en los que se destacará la lucha que se libra contra los enemigos de la patria y en contra de quines atentan contra nuestra soberanía.
Quizás para algunos esa guerra se va ganando, pero quienes vivimos en Tamaulipas y en gran parte de la región cada vez estamos peor, porque las balas, las granadas, el temor, y la muerte rondan todos los días. Como la ausencia del estado de Derecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola bienvenido, este es un espacio para que expreses tu opinion en forma libre. Usalo con responsabilidad