Fuente: CNN México
Jueves, 10 de marzo de 2011 a las 18:14
El gobierno de EU estableció programas para monitorear
a las autoridades fronterizas, debido al temor de que puedan
ser corrrompidas (Cuartoscuro Archivo).
DALLAS (Notimex) — Altos funcionarios de la ciudad de Columbus, Nuevo México, entre ellos el alcalde, fueron detenidos este jueves por agentes federales de Estados Unidos por su presunta responsabilidad en los delitos de tráfico de armas y drogas.
La detención fue informada por el alguacil del condado de Luna, mientras la oficina del procurador federal en el estado anunció que emitirá un comunicado, luego de hacer pública una acusación que hasta ahora había permanecido cerrada.
Entre los aprehendidos están el alcalde de Columbus, Eddie Espinoza; el jefe de la policía local, Ángelo Vega; el regidor, José Blas Gutiérrez, su esposa Gaby y otras 11 personas al menos.
La captura se deriva de una investigación conjunta de la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
Desde hace tiempo, el gobierno federal estableció programas para monitorear a las autoridades de estados fronterizos, debido al temor de que puedan ser corrompidas por traficantes de drogas y migrantes indocumentados.
Voceros de la Oficina Federal de Investigación (FBI) señalan que el aumento de la vigilancia en la frontera ha dificultado las actividades delictivas en la zona, por lo que los grupos criminales ofrecen sobornos más altos a funcionarios estadounidenses.
Columbus tiene una población de sólo 1,800 habitantes y colinda con la comunidad mexicana de Palomas, en el estado de Chihuahua, el más grande y uno de los más violentos de México.
La detención de las autoridades de Columbus se produce al tiempo que el gobierno estadounidense enfrenta una nueva polémica, debido a las revelaciones de un agente de la ATF que dijo haber recibido órdenes para dejar pasar armas a México.
La instrucción formaba parte del operativo Rápido y furioso, cuyo objetivo era ubicar y detener a grandes traficantes de armamento.
El procurador general de Estados Unidos, Eric Holder, dijo este jueves que esa estrategia es “inaceptable” por el daño que puede generar.
México, en tanto, mantiene su exigencia a las autoridades estadounidenses para que detengan el flujo ilegal de armas y dinero hacia su territorio, pues los grupos del crimen organizado se nutren de estos recursos.
La detención fue informada por el alguacil del condado de Luna, mientras la oficina del procurador federal en el estado anunció que emitirá un comunicado, luego de hacer pública una acusación que hasta ahora había permanecido cerrada.
Entre los aprehendidos están el alcalde de Columbus, Eddie Espinoza; el jefe de la policía local, Ángelo Vega; el regidor, José Blas Gutiérrez, su esposa Gaby y otras 11 personas al menos.
La captura se deriva de una investigación conjunta de la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
Desde hace tiempo, el gobierno federal estableció programas para monitorear a las autoridades de estados fronterizos, debido al temor de que puedan ser corrompidas por traficantes de drogas y migrantes indocumentados.
Voceros de la Oficina Federal de Investigación (FBI) señalan que el aumento de la vigilancia en la frontera ha dificultado las actividades delictivas en la zona, por lo que los grupos criminales ofrecen sobornos más altos a funcionarios estadounidenses.
Columbus tiene una población de sólo 1,800 habitantes y colinda con la comunidad mexicana de Palomas, en el estado de Chihuahua, el más grande y uno de los más violentos de México.
La detención de las autoridades de Columbus se produce al tiempo que el gobierno estadounidense enfrenta una nueva polémica, debido a las revelaciones de un agente de la ATF que dijo haber recibido órdenes para dejar pasar armas a México.
La instrucción formaba parte del operativo Rápido y furioso, cuyo objetivo era ubicar y detener a grandes traficantes de armamento.
El procurador general de Estados Unidos, Eric Holder, dijo este jueves que esa estrategia es “inaceptable” por el daño que puede generar.
México, en tanto, mantiene su exigencia a las autoridades estadounidenses para que detengan el flujo ilegal de armas y dinero hacia su territorio, pues los grupos del crimen organizado se nutren de estos recursos.
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