Fuente: Excelsior
Leo Zuckermann
En 2007, de acuerdo con “Base de datos de fallecimientos ocurridos por presunta rivalidad delincuencial”, de la Presidencia de la República, en Tamaulipas hubo 80 homicidios presuntamente relacionados con la delincuencia organizada. En 2008, este número creció a 96. En 2009, bajó a 90. Pero en 2010 llegó a mil 209 homicidios: un crecimiento de mil 243% en un solo año.
Si alguien quiere entender la violencia en México, hay que voltear a ver y entender lo que pasó en Tamaulipas en un solo año. Los números son terroríficos:
• En el municipio de San Fernando, los homicidios se incrementaron de 2009 a 2010 en ocho mil 350% al pasar de dos a 169.
• En las poblaciones de Mier y Guerrero el incremento entre esos mismos años fue mayor al cuatro mil por ciento.
• En el otrora apacible puerto de Tampico, al sur del estado, tradicionalmente alejado de la violencia fronteriza, hubo sólo seis homicidios relacionados con el crimen organizado en 2009; en 2010 fueron 76: un aumento de mil 167 por ciento.
• En las ciudades fronterizas de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros los incrementos de homicidios entre 2009 y 2010 fueron de 855%, 484% y 467%, respectivamente.
• En la capital tamaulipeca, Ciudad Victoria, los muertos pasaron de ocho en 2009 a 34 en 2010, un aumento de 325% en un año.
• En 18 municipios de Tamaulipas no hubo un solo homicidio relacionado con la delincuencia organizada en 2009. En 2010 uno permaneció con cifra nula de asesinatos: Jaumave. En los otros 17 ya hubo ejecuciones en 2010. Destacan Miguel Alemán que pasó de cero en 2009 a 110 en 2010, Valle Hermoso de cero a 56, Camargo a 30, El Mante a 25 y Gustavo Díaz Ordaz a 25.
A esto hay que agregar:
• Las múltiples historias de tamaulipecos sobre otros crímenes que se cometen en su estado como el secuestro y la extorsión.
• La creciente migración de familias tamaulipecas adineradas o de clase media a Estados Unidos para huir de la violencia en sus localidades.
• El reciente hallazgo de nuevas fosas clandestinas en el municipio de San Fernando donde se llevan contabilizados 88 cadáveres.
Estos son los datos del terror en Tamaulipas. La pregunta es ¿qué pasó durante 2010 para que se acelerara de esta manera la violencia? Presento cinco hipótesis:
1. El año pasado se recrudeció la guerra entre dos grupos delincuenciales que antes eran aliados: el cártel del Golfo y Los Zetas. Los primeros habían reclutado a los segundos como su ejército de sicarios aprovechando su formación militar. Pero Los Zetas, cuando el gobierno detuvo al líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas, tomaron su propio camino, lo cual implicó un creciente enfrentamiento con sus ex jefes en territorio tamaulipeco.
2. De acuerdo a los expertos, Los Zetas son un grupo de sicarios muy sanguinarios que no respetan ninguna de las supuestas reglas de honor que existen entre los criminales. Su violencia genera una reacción aún más violenta de sus enemigos lo que a su vez alimenta un ciclo de creciente terror.
3. 2010 fue año de elecciones en Tamaulipas. En julio se renovó la gubernatura, presidencias municipales y Congreso local. La renovación de los poderes pudo haber implicado nuevas negociaciones de “plata o plomo” donde el cártel del Golfo y Los Zetas buscaron protección política y policiaca. Esto exacerbó sus diferencias (recuérdese que uno de los mil 209 homicidios ocurridos en la entidad durante el año pasado fue el del candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, virtual gobernador de la entidad, Rodolfo Torre).
4. Aprovechando la fama cruel de Los Zetas, grupos delincuenciales menores han tratado de imitarlos, incluso con mayor ferocidad, para entrar al negocio del crimen organizado.
5. De acuerdo a Eduardo Guerrero, experto en el tema de inseguridad, la violencia se incrementó debido a dos importantes decomisos de droga en la zona conocida como Frontera Chica a finales de 2009.
Estas hipótesis no son excluyentes. Puede ser que todas sean verdaderas. Alguien tendría que comprobarlas para entender cómo es posible que el terror se haya apoderado de Tamaulipas en tan solo un año.
Si alguien quiere entender la violencia en México, hay que voltear a ver y entender lo que pasó en Tamaulipas en un solo año. Los números son terroríficos:
• En el municipio de San Fernando, los homicidios se incrementaron de 2009 a 2010 en ocho mil 350% al pasar de dos a 169.
• En las poblaciones de Mier y Guerrero el incremento entre esos mismos años fue mayor al cuatro mil por ciento.
• En el otrora apacible puerto de Tampico, al sur del estado, tradicionalmente alejado de la violencia fronteriza, hubo sólo seis homicidios relacionados con el crimen organizado en 2009; en 2010 fueron 76: un aumento de mil 167 por ciento.
• En las ciudades fronterizas de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros los incrementos de homicidios entre 2009 y 2010 fueron de 855%, 484% y 467%, respectivamente.
• En la capital tamaulipeca, Ciudad Victoria, los muertos pasaron de ocho en 2009 a 34 en 2010, un aumento de 325% en un año.
• En 18 municipios de Tamaulipas no hubo un solo homicidio relacionado con la delincuencia organizada en 2009. En 2010 uno permaneció con cifra nula de asesinatos: Jaumave. En los otros 17 ya hubo ejecuciones en 2010. Destacan Miguel Alemán que pasó de cero en 2009 a 110 en 2010, Valle Hermoso de cero a 56, Camargo a 30, El Mante a 25 y Gustavo Díaz Ordaz a 25.
A esto hay que agregar:
• Las múltiples historias de tamaulipecos sobre otros crímenes que se cometen en su estado como el secuestro y la extorsión.
• La creciente migración de familias tamaulipecas adineradas o de clase media a Estados Unidos para huir de la violencia en sus localidades.
• El reciente hallazgo de nuevas fosas clandestinas en el municipio de San Fernando donde se llevan contabilizados 88 cadáveres.
Estos son los datos del terror en Tamaulipas. La pregunta es ¿qué pasó durante 2010 para que se acelerara de esta manera la violencia? Presento cinco hipótesis:
1. El año pasado se recrudeció la guerra entre dos grupos delincuenciales que antes eran aliados: el cártel del Golfo y Los Zetas. Los primeros habían reclutado a los segundos como su ejército de sicarios aprovechando su formación militar. Pero Los Zetas, cuando el gobierno detuvo al líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas, tomaron su propio camino, lo cual implicó un creciente enfrentamiento con sus ex jefes en territorio tamaulipeco.
2. De acuerdo a los expertos, Los Zetas son un grupo de sicarios muy sanguinarios que no respetan ninguna de las supuestas reglas de honor que existen entre los criminales. Su violencia genera una reacción aún más violenta de sus enemigos lo que a su vez alimenta un ciclo de creciente terror.
3. 2010 fue año de elecciones en Tamaulipas. En julio se renovó la gubernatura, presidencias municipales y Congreso local. La renovación de los poderes pudo haber implicado nuevas negociaciones de “plata o plomo” donde el cártel del Golfo y Los Zetas buscaron protección política y policiaca. Esto exacerbó sus diferencias (recuérdese que uno de los mil 209 homicidios ocurridos en la entidad durante el año pasado fue el del candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, virtual gobernador de la entidad, Rodolfo Torre).
4. Aprovechando la fama cruel de Los Zetas, grupos delincuenciales menores han tratado de imitarlos, incluso con mayor ferocidad, para entrar al negocio del crimen organizado.
5. De acuerdo a Eduardo Guerrero, experto en el tema de inseguridad, la violencia se incrementó debido a dos importantes decomisos de droga en la zona conocida como Frontera Chica a finales de 2009.
Estas hipótesis no son excluyentes. Puede ser que todas sean verdaderas. Alguien tendría que comprobarlas para entender cómo es posible que el terror se haya apoderado de Tamaulipas en tan solo un año.
2011-04-12 05:00:00
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