Fuente: Proceso
José Gil Olmos
MÉXICO, D.F., 25 de mayo (apro).- Sin mayor alarde, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) presentó hoy a Julio de Jesús El Negro Radilla Hernández como el autor intelectual del asesinato de Juan Francisco Sicilia Ortega y seis personas, cuyos cuerpos fueron hallados la madrugada del 28 de abril en el interior de un auto abandonado en la autopista Cuernavaca-Acapulco.
Aunque la SSP argumentó que la captura fue fruto de una ardua investigación, lo cierto es que un día después del descubrimiento de los cadáveres, el cártel del Golfo había dado el “pitazo” al inculpar a El Negro –jefe operativo del cártel del Pacífico Sur, con quien se disputa el estado de Morelos–, como autor del multihomicidio.
Y es que junto a las víctimas, que presentaban huellas de tortura, la policía del estado de Morelos encontró un narcomensaje que decía a la letra:
“Esto les pasó por hacer llamadas anónimas a los militares y eso les va a pasar al capitán Barrales y capitán Castillo de la federal. Atte CDG”.
Al siguiente día, en narcomantas colocadas en distinto lugares de Cuernavaca, el cártel del Golfo se deslindó de las ejecuciones y acusó a Julio de Jesús Radilla de la autoría del multihomicidio.
El mensaje inscrito en las narcomantas decía: “A la ciudadanía y gobierno federal nos deslindamos de las ejecuciones de Brisas, de las amenazas de militares y federales que nos quieren adjudicar el CPS (Cartel del Pacifico Sur), los tenemos ubicados, salganle y no maten gente inocente. Raúl Díaz “La Varilla”, Martin de “Amores Perros”, Julio de Jesús Radilla alias “El Negro”, El Chompa, El Pelón, El Cone, Daniel Encinas, El Gordo Fresa, El Rata Vargas, Edgar Edwin, Chucho Cárdenas, El Manos. Toda acción tiene una reacción. Benjamín Mondragón, alias “El Jarras”. Atte. CDG y Comando 7”.
Dos semanas después, el cártel del Golfo dio otra vez la pauta y de nueva cuenta apuntó hacia la autoría de El Negro Radilla, cuando la mañana del 15 de abril “entregó” al Ejército a Rodrigo Elizalde Morán, El Chemís, quien dijo trabajar para el Cártel del Pacífico Sur.
El joven morelense, quien al momento de su detención, en Temixco, Morelos, presentaba diversos golpes en el rostro y cuerpo, aseguró haber participado en el secuestro del hijo del poeta Javier Sicilia y de las otras seis personas, e identificó a El Negro como el responsable absoluto del multihomicidio. Y, según dijo, Héctor Beltrán Leyva fue quien autorizó la ejecución.
No obstante, El Chemís ofreció una versión distinta a la que ya se conocía sobre el lugar y hora donde secuestraron al hijo de Sicilia y a sus amigos.
El 21 de abril, la Secretaría de Seguridad Pública federal presentó a dos sujetos presuntamente vinculados con el multihomicidio, y afirmó que eran colaboradores del Cártel del Golfo. Se trató de Daniel Rosales Najera, El Barni, de 26 años de edad, y Santiago Miranda Catalán, El Flais, de 34 años.
La dependencia a cargo de Genaro García Luna no sólo no aclaró el caso, sino que lo complicó aún más, pues los dos personajes dijeron que habían participado en el secuestro, pero dieron como lugar el bar “La Obsesión”, mientras que El Chemís señaló el bar “Crudelia”, pero en realidad el plagio ocurrió en “La Rana Cruda”.
Frente a este nuevo embrollo, el domingo 1 de mayo el cártel del Golfo colocó una nueva manta para deslindarse de la ejecución.
“A toda la ciudadanía morelense, se les comunica que Julio Radilla, alias “El Negro” no esta dentro de la empresa Beltrán Leyva porque nosotros no somos secuestradores, no matamos gente inocente ni tampoco extorsionamos. La empresa Beltrán Leyva nos deslindamos del “Negro” no pertenece a esta empresa. No se dejen engañar y todo aquel que este trabajando mal, alinese o lo alinearemos. Haremos un Morelos tranquilo como cuando estaba don Arturo Beltrán. Nosotros si somos 100% B. L. Atte. Panchito Base 40”, se leía en el mensaje.
Días después, el lunes 16, apareció otra narcomanta en Cuernavaca, que apuntaba a la complicidad entre el gobierno de Felipe Calderón y el Cártel del Pacífico Sur.
“Ya basta de culpar a los Beltrán Leyva y a gente inocente por las acciones sucias del Gobierno (ilegible) a la Procuradora General de la República, Marisela Morales y El Grande, Sergio Villarreal, que es tu testigo protegido, están coludidos en la muerte de Javier (sic) Sicilia para culpar a los Beltrán Leyva”, acusó.
Y remató: "Javier Sicilia cuente con nuestro apoyo, los Beltrán Leyva no matan gente inocente, el Cártel del Pacífico Sur es invento de El Grande y del Negro Radilla; (el cartel del Pacífico Sur) pertenece al Grande y a todos los testigos protegidos. La delincuencia organizada es el Gobierno porque ellos son intocables. Que salga la verdad y la luz".
Nueve días después, la SPP presentó a Julio de Jesús Radilla y Jorge Lukin como los responsables de la muerte del hijo del poeta Javier Sicilia.
Aunque la SSP argumentó que la captura fue fruto de una ardua investigación, lo cierto es que un día después del descubrimiento de los cadáveres, el cártel del Golfo había dado el “pitazo” al inculpar a El Negro –jefe operativo del cártel del Pacífico Sur, con quien se disputa el estado de Morelos–, como autor del multihomicidio.
Y es que junto a las víctimas, que presentaban huellas de tortura, la policía del estado de Morelos encontró un narcomensaje que decía a la letra:
“Esto les pasó por hacer llamadas anónimas a los militares y eso les va a pasar al capitán Barrales y capitán Castillo de la federal. Atte CDG”.
Al siguiente día, en narcomantas colocadas en distinto lugares de Cuernavaca, el cártel del Golfo se deslindó de las ejecuciones y acusó a Julio de Jesús Radilla de la autoría del multihomicidio.
El mensaje inscrito en las narcomantas decía: “A la ciudadanía y gobierno federal nos deslindamos de las ejecuciones de Brisas, de las amenazas de militares y federales que nos quieren adjudicar el CPS (Cartel del Pacifico Sur), los tenemos ubicados, salganle y no maten gente inocente. Raúl Díaz “La Varilla”, Martin de “Amores Perros”, Julio de Jesús Radilla alias “El Negro”, El Chompa, El Pelón, El Cone, Daniel Encinas, El Gordo Fresa, El Rata Vargas, Edgar Edwin, Chucho Cárdenas, El Manos. Toda acción tiene una reacción. Benjamín Mondragón, alias “El Jarras”. Atte. CDG y Comando 7”.
Dos semanas después, el cártel del Golfo dio otra vez la pauta y de nueva cuenta apuntó hacia la autoría de El Negro Radilla, cuando la mañana del 15 de abril “entregó” al Ejército a Rodrigo Elizalde Morán, El Chemís, quien dijo trabajar para el Cártel del Pacífico Sur.
El joven morelense, quien al momento de su detención, en Temixco, Morelos, presentaba diversos golpes en el rostro y cuerpo, aseguró haber participado en el secuestro del hijo del poeta Javier Sicilia y de las otras seis personas, e identificó a El Negro como el responsable absoluto del multihomicidio. Y, según dijo, Héctor Beltrán Leyva fue quien autorizó la ejecución.
No obstante, El Chemís ofreció una versión distinta a la que ya se conocía sobre el lugar y hora donde secuestraron al hijo de Sicilia y a sus amigos.
El 21 de abril, la Secretaría de Seguridad Pública federal presentó a dos sujetos presuntamente vinculados con el multihomicidio, y afirmó que eran colaboradores del Cártel del Golfo. Se trató de Daniel Rosales Najera, El Barni, de 26 años de edad, y Santiago Miranda Catalán, El Flais, de 34 años.
La dependencia a cargo de Genaro García Luna no sólo no aclaró el caso, sino que lo complicó aún más, pues los dos personajes dijeron que habían participado en el secuestro, pero dieron como lugar el bar “La Obsesión”, mientras que El Chemís señaló el bar “Crudelia”, pero en realidad el plagio ocurrió en “La Rana Cruda”.
Frente a este nuevo embrollo, el domingo 1 de mayo el cártel del Golfo colocó una nueva manta para deslindarse de la ejecución.
“A toda la ciudadanía morelense, se les comunica que Julio Radilla, alias “El Negro” no esta dentro de la empresa Beltrán Leyva porque nosotros no somos secuestradores, no matamos gente inocente ni tampoco extorsionamos. La empresa Beltrán Leyva nos deslindamos del “Negro” no pertenece a esta empresa. No se dejen engañar y todo aquel que este trabajando mal, alinese o lo alinearemos. Haremos un Morelos tranquilo como cuando estaba don Arturo Beltrán. Nosotros si somos 100% B. L. Atte. Panchito Base 40”, se leía en el mensaje.
Días después, el lunes 16, apareció otra narcomanta en Cuernavaca, que apuntaba a la complicidad entre el gobierno de Felipe Calderón y el Cártel del Pacífico Sur.
“Ya basta de culpar a los Beltrán Leyva y a gente inocente por las acciones sucias del Gobierno (ilegible) a la Procuradora General de la República, Marisela Morales y El Grande, Sergio Villarreal, que es tu testigo protegido, están coludidos en la muerte de Javier (sic) Sicilia para culpar a los Beltrán Leyva”, acusó.
Y remató: "Javier Sicilia cuente con nuestro apoyo, los Beltrán Leyva no matan gente inocente, el Cártel del Pacífico Sur es invento de El Grande y del Negro Radilla; (el cartel del Pacífico Sur) pertenece al Grande y a todos los testigos protegidos. La delincuencia organizada es el Gobierno porque ellos son intocables. Que salga la verdad y la luz".
Nueve días después, la SPP presentó a Julio de Jesús Radilla y Jorge Lukin como los responsables de la muerte del hijo del poeta Javier Sicilia.
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