Fuente: Milenio
Uniformados de Juárez protegían retén pirata que instalan criminales.
Sáb, 04/09/2010 - 06:07
Las unidades fueron utilizadas para impedir el paso de los soldados. Foto: Especial
Juárez.- Un enfrentamiento entre sicarios y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional dejó este viernes cinco sicarios muertos y puso al descubierto la abierta colaboración de policías del municipio de Juárez con la delincuencia organizada.
La mañana de ayer, elementos del Ejército sorprendieron a un grupo de delincuentes que montaban un retén ilegal sobre la autopista de cuota a Reynosa, apoyados por elementos policiacos de Juárez utilizando vehículos oficiales.
Fue alrededor de las 7:40 que los soldados se enfrentaron a balazos con los desconocidos que controlaban el tráfico en la autopista, lo cual culminó con la muerte de cinco de los delincuentes, y la huida de cuatro más que viajaban en otro vehículo.
Sin embargo, los soldados también lograron la detención de tres policías del municipio de Benito Juárez, quienes a plena luz del día custodiaban el reten a la vista de centenares de automovilistas que circulaban por la ruta que conecta con Cadereyta y con Reynosa.
Durante el enfrentamiento, los uniformados se mantuvieron del lado de los delincuentes y bloquearon con sus unidades oficiales la carretera para impedir el paso del convoy militar.
Sobre el pavimento de la carretera quedaron tendidos cuatro cuerpos de hombres jóvenes, todos entre los 20 y los 25 años de edad.
Dentro de una camioneta, acomodado en posición fetal, quedó el quinto cadáver que dejó el enfrentamiento.
Todos portaban chalecos antibalas, y en el interior del vehiculo se encontraron algunas granadas.
La balacera sucedió sobre el kilómetro 21, frente a la colonia Villas de San Juan, en el municipio de Benito Juárez, y provocó que el tráfico que se dirigía a la caseta de cobro de la autopista fuera desviado por la avenida Israel Cavazos al sur, para tomar la carretera libre a Reynosa.
De acuerdo a fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el convoy de soldados viajaba hacia el poniente, cuando en la circulación contraria detectaron dos vehículos.
Uno de ellos era una camioneta tipo Silverado negra de doble cabina, y la otra una camioneta Mazda.
Junto a estos vehículos se encontraban también dos unidades de la policía juarence.
Un grupo de hombres armados salieron de los vehículos y los recibieron a balazos, mientras que la camioneta Mazda se echaba en reversa a toda velocidad, para tomar hacia la avenida Teófilo Salinas, que comunica con la cabecera de aquel municipio.
Mientras tanto, los oficiales de policía atravesaron las unidades 133 y 134 para impedir que los militares fueran tras los agresores, mientras el resto del comando disparaba contra el convoy.
Según se informó, otros delincuentes escaparon a pie rumbo a la colonia Villas de San Juan, disparando contra las casas, que resultaron con impactos de bala en sus fachadas.
También despojaron a varios automovilistas de sus vehículos y los atravesaron en la entrada a la autopista, en un afán de entorpecer la persecución.
El fuego se prolongo durante aproximadamente media hora.
Las dos patrullas eran de color blanco y gris con una franja azul con la leyenda Municipal Policía, lo que en un inicio hizo suponer a los militares que podrían clonadas, sin embargo, al cierre de esta edición ni el Ejército ni el municipio habían confirmado lo anterior.
Una vez cesado el fuego, los militares revisaron la camioneta Silverado en que viajaban los delincuentes, encontrando algunas granadas, además, se decomisaron cinco fusiles de asalto tipo R-15 que portaban los ahora occisos.
Más tarde, el Secretario General de Gobierno, Javier Treviño Cantú, condenó que policías municipales hayan sido sorprendidos prestando ayuda al grupo delictivo.
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“Íbamos a llevar a los niños a la escuela”
Los relojes no marcaron las 7:40 con la alarma tradicional en la colonia Villas de San Juan, en Juárez. Lo hicieron a los balazos. Cruzando la barda que delimita el patio de sus casas está la autopista a Reynosa, donde sicarios y militares se enfrentaban.
Los disparos sonaban como si fueran en el patio. Una mujer cuenta de un ruido arriba de su vivienda. Después supo que era el tinaco, atravesado por una bala de alto poder.
“Iba a llevar a los niños a la escuela, los estaba peinando cuando se escucharon los balazos, corrimos a escondernos, porque duraron un buen rato”.
Diez minutos antes, ella y su marido estaban en la azotea, donde duermen para mitigar el calor.
Por las calles, los sicarios huían de los militares. Disparaban en todas direcciones y los impactos daban en la fachadas de las viviendas.
“Era la hora del a escuela, y uno no sabe qué hacer, ni para donde correr, porque estamos en la mera autopista”.
Nadie llegó a las escuelas de la colonia. Las mamás prefirieron que sus hijos se quedaron con ellas.
Redacción
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