domingo, 17 de octubre de 2010

El Viceroy, dueño de Juárez

Fuente: Proceso
Ricardo Ravelo 

Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, se convirtió en jefe del cártel de Juárez casi por accidente. A la muerte de su hermano Amado, quedó a cargo de la organización criminal pese a su aparente falta de liderazgo y su temperamento violento en extremo. Ahora, 13 años después, El Viceroy mantiene en funcionamiento a esa organización de narcotraficantes y conserva el poder y el control de Ciudad Juárez, aunque desde hace tiempo en abierta y feroz disputa con el cártel de Sinaloa.

FOTO: PGR
Vicente Carrillo Fuentes "El Viceroy"

MÉXICO, D.F., 16 de octubre (Proceso).- En septiembre de 2004 en la plaza Cinépolis de Culiacán fue asesinado Rodolfo Carrillo Fuentes, El Niño de Oro, ejecución que se le atribuyó a sicarios de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, líder del cártel de Sinaloa.
Aún velaban el cuerpo de Rodolfo Carrillo cuando su hermano Vicente, El Viceroy, telefoneó a Ismael El Mayo Zambada, señalado  entonces como protector de El Chapo.
–Te llamo para preguntarte si estás conmigo o contra mí –soltó Vicente Carrillo con su característico tono golpeado.
–Yo estoy contigo, compadre… –habría respondido Zambada García.
–Si es así, quiero que me entregues la cabeza de ese hijo de la chingada –exigió Carrillo en referencia a Guzmán Loera (Proceso 1455).
La respuesta nunca llegó y así comenzó la guerra entre los cárteles de Sinaloa y de Juárez, la que mantiene a Chihuahua en una psicosis permanente, particularmente a Ciudad Juárez.
La muerte del entonces jefe de la organización criminal, Amado Carrillo Fuentes, en julio de 1997, le dejó el campo libre a Vicente –también llamado El Coronel– para tomar el control.
Pero su ascenso en el mundo del narco no fue rápido ni fácil; se le criticaban la falta de liderazgo y una personalidad extremadamente violenta y sanguinaria, según consta en un perfil elaborado por la Drug Enforcement Administration (DEA), la agencia antidrogas estadunidense.
Su carácter determinó que los principales socios de Amado Carrillo –Ismael Zambada García, El Mayo, y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, entre otros– se separaran del cártel de Juárez y comenzaran a operar por su cuenta en el Pacífico. Fue evidente que no quisieron arriesgar su seguridad al lado de un personaje que solía actuar por impulsos.
Extracto del reportaje principal que se publica en la edición 1772 de la revista Proceso, ya en circulación.

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