No se debe romper con el narco

Fuente: Milenio

El ex alcalde de Reynosa afirma que erradicar el tráfico de drogas es como “querer acabar con los pecadores”, por lo que sugiere una tregua para luego “dar la patada final”.

Dom, 17/10/2010 - 05:03

Foto: Arturo Bermúdez/Archivo

 

Erradicar el narcotráfico en México no es posible, porque sería tanto como “querer acabar con los pecadores”, aseguró Manuel El Meme Garza.
Ante la batalla que lleva el gobierno federal contra el narcotráfico, El Meme, quien fue alcalde de Reynosa planteó una tregua, negociar para “tomar aire y dar una patada final”.
Quien fuera uno de los más grandes operadores del PRI y aspirante a la candidatura para gobernador de Tamaulipas, consideró necesario hacer una pausa en el combate al narco y replantear la estrategia, porque ésta no ha brindado resultados.
—Antes, cuando el PRI estaba en la Presidencia, ¿se sometía o se negociaba con el crimen?
—Las dos cosas, las dos cosas son válidas si el resultado favorece a la comunidad.
—¿Nunca se erradica la delincuencia?
—No creo que se logre erradicar, porque sería como querer acabar con los pecadores
—¿Éste es el peor momento de México?
—Sí, porque ha durado demasiado el PAN en el gobierno. La violencia ha estado directamente relacionada con la capacidad de ser sometida por el responsable del orden y la seguridad nacional y regional. En la medida que no sepa el PAN qué hacer con eso, en esa medida va a sobrevivir.
—¿Hasta qué punto es válido negociar?
Una vez que se reconoce la incapacidad de poderlos enfrentar, para derrotarlos totalmente, hay que negociar para sobrevivir mientras te fortaleces. Es como buscar tiempo para fortalecerte y luego dar la patada ya final, del todo o nada.
—En el país, ¿se requiere dar esa batalla final?
—Se requiere dar todos los días, desde hace tiempo, pero no se da.
—¿Fue una mala estrategia la guerra contra el crimen?
—No, es una decisión irremediable. Se tenía que tomar. Pero no es solamente decir voy a acabar con ellos, es tener la capacidad de vislumbrar cómo, con quiénes, en dónde, cuándo, ir sacando la resolución para ganar las batallas. Hay muchos conflictos que la Federación no los considera en su agenda.
—¿Los pierde de vista?
—No es que los pierda de vista, es que nunca los vio. Así son ellos. No se les ocurre que es mejor fortalecer a los órganos de gobierno estatales y municipales y asumir el riesgo de mil batallas distintas. Nadie sabe si estamos ganando o perdiendo. No hay quien lleve la cuenta. Si le pregunta al encargado de una tarea le responde: bien. No sabe cómo, pero bien.
El político, que se autodenomina dinosaurio, advierte que el PAN, desde que llegó a la Presidencia, repite las prácticas que aplicaba el PRI, “porque son las que funcionan”.
Con más de 50 años de militancia, El Meme advierte con una sonrisa que los panistas “son tan fuertes como presupuesto tienen. Y ya no les queda tanto”.
Confiado en la forma de hacer política de un partido que permaneció durante 70 años en el poder, asegura que la alternancia vendrá pronto.
—Para permanecer en el poder, los que están ahora no tienen con qué. No tienen la raigambre ni fortaleza suficiente para poderse quedar. No la tienen. Ellos tienen más disputas internas que externas.
—El PRI también las tiene
—Por supuesto, somos de carne y hueso. El hombre de la política es un hombre con ambiciones. Si no se ambiciona algo, ¿qué andamos haciendo en este valle?
Cuando no somos capaces de cohesionar la personalidad mayoritaria, entonces perdemos fuerza electoral, eso es obvio.
—¿Por qué se perdió ese contacto?
—Porque como en todo, empezamos a tener “personalidades”, por decirlo amablemente, que ocuparon cargos de dirigencia sin ser dirigentes. La dirigencia no es algo que se da por nominación, cuando se da por nominación pasa eso. Tiene que ser algo que se gana y que un dirigente tenga el respaldo popular. Sin el respaldo popular las dirigencias son falsas. Eso nos pasó.
Tenemos que volver a buscar a los mejores candidatos. Se perdió bastante, empezó a haber imposición y lo que se dio fueron “inventos”; nosotros decíamos, bueno ¿y a ese candidato de dónde lo inventaron? Y empezamos a caer en derrotas.
Quien fuera operador del PRI durante más de 20 años, asegura que conocía el pulso de la gente. Las bases, esa cercanía con la que no se podía competir.
Al momento de ser derrotados se confiaba demasiado en las estructuras a las que, además, se les había serruchado la base, explica.
Subraya con cierto orgullo que fue un político que “supe esperar, alinearme y eso no se paga con nada. Se llama lealtad”, por lo que advierte a sus correligionarios que sin unidad y lealtad no tendrán posibilidades de volver a la presidencia en 2012.
—¿Se puede mantener unidos a los priistas?
—Afortunadamente no se nos han ido los mejores, sino ya nos hubieran tumbado.
Quien fue considerado como el alquimista del PRI critica a los que señalan que las derrotas renuevan y asegura que no sirven tanto y sí provocan sufrimiento.

Miriam Castillo