Sí son los michoacanos, los cuerpos en Acapulco

Fuente: El Universal

Identifican a seis de los 18 cadáveres exhumados en una narcofosa

Sábado 06 de noviembre de 2010 Adriana Covarrubias Corresponsal | El Universal

PERITAJE. Una comisión de familiares viajó a Guerrero para colaborar

en la indagatoria (Foto: ADRIANA COVARRUBIAS EL UNIVERSAL )

ACAPULCO

La Procuraduría de Guerrero confirmó que seis de los 18 cadáveres exhumados de una fosa clandestina en el poblado de Tunzingo, del puerto turístico de Acapulco, son parte de los 20 michoacanos desaparecidos el 30 de septiembre pasado, según las investigaciones de genética forense.

Concluida la primera jornada de reconocimiento por parte de la comisión de familiares que arribó ayer a esta ciudad desde Morelia, Michoacán, se comprobó que al menos seis personas sí pertenecen al grupo de turistas levantados, tal como alertó el martes pasado una llamada anónima al Ejército.

Ayer, al filo de las 8:30 horas, cuatro familiares de los 20 desaparecidos arribaron a la Fiscalía Regional de la Procuraduría de Justicia del Estado para identificar a los cadáveres.

El procurador de Michoacán, Jesús Montejano Ramírez, señaló que fueron instruidos por el gobernador Leonel Godoy Rangel para coadyuvar con las autoridades de Guerrero.

Añadió que por tal motivo, un fiscal de la Dirección de Antisecuestros y Extorsiones de la PGJ de Michoacán acudió con los familiares al Semefo de Guerrero. Por la tarde, entrevistado vía telefónica, el fiscal guerrerense dijo que seguirán con los comparativos genéticos hasta identificar todos los cuerpos.

“Los peritos de la Procuraduría de Justicia de Guerrero y Procuraduría General de la República, trabajan a marchas forzadas para identificar el resto de los cadáveres. Este fin de semana la Fiscalía Guerrerense continuará con las pruebas de comparativos de genética forense”, señaló más tarde de manera oficial en un comunicado.

La dependencia aseguró que con el reconocimiento de los familiares, por rasgos físicos, cicatrices y otras indagatorias, se pondrá determinar científicamente si los 12 cuerpos restantes pertenecen a los michoacanos.

Cuatro días de suspenso

El miércoles pasado, elementos del Ejército y policías del estado rescataron 18 cuerpos de una fosa clandestina, localizada en una huerta de cocos en la zona rural del sur de Acapulco. Los trabajos de búsqueda iniciaron 24 horas antes del hallazgo, tras una llamada anónima al número de emergencia 066, mediante la que se alertaba que en Tunzingo estarían sepultados los michoacanos.

Ese día fueron localizados los cuerpos de dos hombres ejecutados a balazos y un narcomensaje que los señalaba como sicarios firmado por el CIDA (Cártel Independiente de Acapulco). En ese lugar estaba la narcofosa. En las excavaciones participaron agentes estatales y federales, apoyados por militares y marinos.

El fiscal regional de la Procuraduría de Justicia de Guerrero, Enrique Gil Mercado, informó que la necropsia a los 18 cuerpos arrojó que tenían aproximadamente cuatro semanas de haber sido enterrados, tiempo que coincide con la desaparición de las personas.

De éstos, 16 murieron por traumatismo craneoencefálico y dos más fueron ejecutadas a balazos.

Los 20 secuestrados tenían edades de entre 58 y 17 años, diversos oficios y sin antecedentes policiales según informes de Michoacán. Llegaron para unas vacaciones de fin de semana en Acapulco junto a otros dos hombres, quienes se salvaron porque habían bajado de los vehículos para hacer compras.

A unos días de que fueron desaparecidos, el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel, pidió de manera pública a los criminales que los levantaron, que los dejaran en libertad.

“(Pedimos) que quienes los hayan secuestrado los regresen vivos, sanos, porque sin duda estos señores son gente de trabajo en el estado de Michoacán, así se ha demostrado con investigaciones de antecedentes tanto en el sistema federal, como en los antecedentes que tiene el gobierno en materia penal”, manifestó Godoy Rangel.