Por lo menos 90% de la cocaína que llega a Estados Unidos es enviada desde Colombia a México, en un flujo que no se ha podido interrumpir, entre otras razones porque las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), asociadas con los cárteles mexicanos, utilizan, además de territorio colombiano, a Venezuela y Ecuador como puentes de envío.
De acuerdo con información de agencias estadounidenses, de la ONU, del gobierno colombiano y de especialistas en la materia, Colombia es el centro de abasto de cocaína de los cárteles mexicanos, que inundan de esta droga el mercado más grande del mundo: Estados Unidos.
Aun cuando el gobierno de Colombia “ha llevado a cabo una rigurosa campaña de erradicación del arbusto de coca, el país sigue siendo la fuente de la mitad de la cocaína fabricada ilícitamente en el mundo”, dice el informe 2009 de la Junta Internacional de Estupefacientes (JIFE).
Tal información es confirmada en el Reporte Internacional de Control Estratégico del Departamento de Estado estadounidense, en el que se afirma que Colombia es “el mayor país productor de droga”, pese a que en 2009 el gobierno colombiano incautó más de 205 toneladas métricas de coca y base de cocaína, y erradicó unas 165 mil hectáreas de cultivos ilícitos.
“La mayoría de la cocaína colombiana es traficada a Estados Unidos vía marítima a través de México y otros países en la zona de tránsito, pero también un porcentaje creciente es destinado a Europa y Brasil. De acuerdo con la DEA (agencia antidrogas de EU), casi 90% de la cocaína y 60% de la heroína decomisada en Estados Unidos se origina en Colombia”, refiere el reporte.
El JIFE explica que de los envíos de coca detectados, “aproximadamente 90% se transportaba a través del corredor mexicano y centroamericano, utilizando principalmente la ruta del Pacífico oriental”.
Territorio mexicano, punto clave
En este sentido, el reporte precisa que ha aumentado el papel de México como país de tránsito de la cocaína de Colombia, debido a que los envíos son transportados por tierra de México a Estados Unidos y a Canadá por tierra, mar y aire.
Los cultivos ilícitos son un serio problema en parques nacionales de Colombia, en reservas indígenas y a lo largo de la frontera con Ecuador y Venezuela, donde la erradicación aérea está prohibida como estrategia, detalla el Reporte Internacional de Control Estratégico del Departamento de Estado de EU.
Las FARC se han convertido en el mayor grupo que produce cocaína, y generalmente actúa como mayorista de otros grupos colombianos que mantienen estructuras internacionales de tráfico, indica Douglas Farah, investigador del Centro de Evaluación Internacional y Estrategia de Estados Unidos.
Tras realizar un trabajo de campo en Colombia y Ecuador, Farah elaboró un reporte sobre los riesgos de Ecuador, destacando que las FARC, entre ellos el frente 48, “operan principalmente en la frontera Ecuador/Colombia, que recientemente se ha convertido en la principal vía para suministrar cocaína a los cárteles del narcotráfico de México”.
Al respecto, señala que “la cocaína introducida de contrabando a América del Norte suele provenir de Colombia e ingresa en Estados Unidos desde México tras haber pasado por países de América del Sur, América Central y el Caribe”.
En su reporte, Farah detalla que a través de entrevistas aplicadas en Colombia a ex miembros de las FARC pudo conocer que en Ecuador los “traficantes mexicanos de alto nivel provenientes de Tijuana y de otros cárteles traen sus propios detalles de seguridad, generalmente muy armados y cargando un teléfono satelital y computadoras para mantenerse en contacto con sus bases de casa”.
Se fían la droga
Uno de los guerrilleros de las FARC que desertó dijo a Farah la forma en que trabaja la guerrilla con el narco mexicano.
“Los mexicanos vienen a través de Guayaquil, Quito o Puerto Nuevo, con el permiso de Cachi”, quien es Jefferson Ostaiza, primer enlace entre ambos grupos. Si ellos (los mexicanos) necesitan coca la pueden tomar y pagarla después.
La salida de la cocaína ya no es directamente por Colombia sino que las FARC y los grupos criminales mexicanos están cooperando en bases logísticas en la frontera de Colombia sobre el territorio venezolano y ecuatoriano, señaló por su parte Edgardo Buscaglia, catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y asesor de las Naciones Unidas sobre crimen organizado.
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