Fuente: Milenio
Mié, 25/08/2010 - 17:49 — vhmichel
La posibilidad de que los 72 cuerpos encontrados en una fosa común de Tamaulipas pertenezcan a migrantes indocumentados --ejecutados por no acceder a convertirse en sicarios-- abre una enorme crisis internacional para el gobierno mexicano, quizá la más grande del sexenio.
La Secretaría de Relaciones Exteriores se encuentra en un aprieto inconmensurable y los embajadores de México en El Salvador, Ecuador, Brasil, Honduras y quizá Guatemala serán muy probablemente llamados a rendir cuentas ante los ministerios del Exterior de estos países.
Pero hay un dato más: desde hace ya varios meses, la Organización de Naciones Unidas había advertido al gobierno mexicano sobre agresiones y amenazas por parte de Zetas a migrantes centroamericanos. Esta es la nota publicada en Milenio el pasado 17 de agosto:
Defensores de los derechos humanos y migrantes, en la mira del crimen organizado. Foto: Paola García
Víctor Hugo Michel
Defensores de los derechos humanos de migrantes en México han sido agredidos por el crimen organizado, están en riesgo y deben ser protegidos por el gobierno mexicano ante posibles ataques del ex brazo armado del cártel del Golfo, exigió la Organización de Naciones Unidas.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU advirtió que Los Zetas han amenazado a activistas de Oaxaca por considerar que ponen en peligro las ganancias derivadas del tráfico de indocumentados centro y sudamericanos por territorio nacional.
En consecuencia, tres relatores de Naciones Unidas —de Derechos Humanos, de Promoción de Derecho a la Libertad de Expresión y de Defensores de Derechos Humanos— hicieron un llamado al gobierno mexicano para que se garantice la protección del padre Alejandro Solalinde, director del Albergue del Migrante Hermanos en el Camino.
“De acuerdo con las informaciones recibidas, el 22 de junio de 2009 dos hombres no identificados, supuestamente pertenecientes a una banda de la delincuencia organizada denominada Los Zetas, habrían allanado el Albergue del Migrante buscando a un grupo de migrantes que recibía ayuda, con la intención de secuestrarlos”, revela el reporte A/HRC/14/30/Add.1 de la ONU, fechado el 25 de mayo pasado.
Lo anterior se desprende del informe presentado a finales del mes pasado al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU) por el relator especial de los Derechos Humanos de los Migrantes, Jorge Bustamante.
Ubicado en Juchitán, el albergue ha sido allanado por presuntos zetas en tres ocasiones: el 22 de junio, y el 11 y 21 de julio de 2009. Buscaban, se especula, a migrantes centroamericanos que secuestrar para cobrar rescate a sus familiares en Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala.
Estas son las narraciones obtenidas por la ONU sobre dos incidentes adicionales en el albergue, sostenido por la Conferencia Episcopal Mexicana y cuyo fin es asistir a centro y sudamericanos que se dirigen hacia Estados Unidos.
“El 11 de julio de 2009, casi a las 23:00 horas, un grupo de personas, supuestamente procedente de Veracruz y perteneciente a Los Zetas, habrían allanado el albergue con la intención de raptar a unos migrantes de Honduras. Esa misma noche, los agresores subieron a un tren en el que viajaban varios migrantes y se habrían llevado a un grupo de migrantes”, expone el reporte.
Uno más: el 21 de julio, cuatro sicarios entraron de nueva cuenta al albergue en busca de más migrantes, pero, alertados ante lo que había sucedido días antes, lograron esconderse y evitaron sufrir la misma suerte de quienes fueron secuestrados a principios de ese mes.
La ONU denunció que, aun cuando el personal del albergue del migrante ha interpuesto denuncias formales ante la Procuraduría General de la República y la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca, no se han tomado las acciones para brindarles protección y seguridad.
Naciones Unidas consideró que el mayor factor de riesgo que sufre el albergue es la acción concertada de Los Zetas, aparentemente molestos por la merma en el negocio de tráfico de personas.
- Claves
Vulnerabilidad
• De acuerdo con la ONU, “las acciones violentas han puesto en riesgo a los miembros del Albergue del Migrante, así como a los migrantes que se encontraban allí. Además, miembros del equipo que trabaja en el lugar habrían recibido amenazas de muerte y supuestamente se encuentran en una situación altamente riesgosa”.
• “El mayor factor de riesgo lo constituyen las organizaciones de la delincuencia organizada como Los Zetas, el refugio y atención que ofrece el albergue, así como su actividad de denuncia y promoción de los derechos humanos, ya que implica para los delincuentes un freno en sus actividades de extorsión”.
Anexo el documento de Naciones Unidas. En la página 41 se hace mención directa a cómo los Zetas están secuestrando y asesinando migrantes.
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