miércoles, 18 de agosto de 2010

Exhibe Sedena arma de Carrillo Fuentes, decomisada a El Chapo

fuente: Milenio
El recinto instalado por el Ejército en 1985, muestra la evolución del tráfico de drogas y los golpes asestados al narcotráfico. Sin embargo, el ingreso ha sido reservado para militares, policías y recientemente estudiantes universitarios.
Mié, 18/08/2010 - 18:00
La última zona del museo se ha vuelto una de las más llamativas por mostrar objetos que han pertenecido a capos. Foto: Milenio

Mexico.— Un museo dentro del cuartel central del Ejército resguarda la memoria de la lucha contra el narcotráfico.
Es el "Museo del Enervante", un lugar único en el país y de acceso reservado, en el que el Ejército muestra la evolución del tráfico de drogas y los golpes asestados al narcotráfico y expone la "narcocultura" con todas las excentricidades que han caracterizado a los capos en México como el uso de armas bañadas en oro y cubiertas de piedras preciosas.
Fue instalado en 1985 con fines didácticos. El ingreso ha sido reservado para militares, policías y recientemente estudiantes universitarios. Aunque diversos medios de comunicación han tenido esporádico acceso, la Secretaría de la Defensa Nacional abrió el miércoles sus puertas a una visita masiva de la prensa.
El capitán segundo de infantería Claudio Montane, responsable del museo, dijo que la información y los objetos que se albergan son actualizados conforme ocurre algún hecho relevante en la lucha contra el narcotráfico, en la cual participa el Ejército desde 1976 con la integración de la llamada "Fuerza de Tarea Cóndor".
En una época en que casi a diario ocurren hechos vinculados con el combate al crimen organizado, la última adquisición del museo está ligada precisamente a uno de los últimos y mayores golpes asestados por el ejército a los carteles de las drogas: una silla de montar propiedad de Ignacio "Nacho" Coronel, uno de los tres principales líderes del cartel de Sinaloa y quien murió a finales de julio en un enfrentamiento con militares.
Grabada con imágenes de gallos y coronas, la silla fue incautada dos meses antes de la muerte de Coronel en un rancho que tenía en el estado occidental de Jalisco. En negro y blanco, la montura también lleva marcada la leyenda "El Rey" y de ella cuelga un machete, cuya funda tiene la frase "El gallo de San Juan".
El recorrido del museo comienza en un vestíbulo donde una pared muestra en grandes letras el fragmento de un mensaje del presidente Felipe Calderón con el que instruye a las fuerzas armadas a luchar con valentía e integridad contra el narcotráfico y el crimen organizado.
"Este tipo de mensajes por parte de cada presidente tiene un carácter de orden... es la directiva que nos da a las fuerzas armadas en cuanto a su político de defensa o de seguridad nacional", explicó Montane.
Distribuido en 300 metros cuadrados, la exposición parte con una breve historia del narcotráfico y el combate que ha hecho el ejército desde hace más de tres décadas.
Carteles, fotografías, maquetas, muestras de droga e implementos utilizados por los traficantes para el trasiego como latas, llantas, libros muestran a los asistentes la manera de operar del narcotráfico y algunos de las más relevantes incautaciones que ha hecho el ejército, como la de un avión Douglas DC-9 que en 2006 fue decomisado en el sur de México tras llegar procedente de Venezuela con 5,5 toneladas de cocaína.
El responsable del museo refirió que desde diciembre de 2006, los militares han logrado decomisos de droga equivalentes a unos 119.000 millones de pesos (unos 9.430 millones de dólares).
La última zona del museo se ha vuelto una de las más llamativas por mostrar objetos que han pertenecido a capos de las drogas detenidos o muertos, pero sobre todo armas.
Destacan algunas pistolas, como la decomisada a Osiel Cárdenas, antiguo jefe del cartel del Golfo y hoy preso en Estados Unidos. Es una Colt calibre 0,38 con grabados alusivos al día de la Independencia de México.
Otra Colt del mismo calibre tiene grabadas en las cachas la efigie del héroe de la revolución mexicana Emiliano Zapata. Esta pistola dorada perteneció a Alfredo Beltrán Leyva, uno de los capos del cartel del mismo nombre.
Y entre las pistolas colocadas en vitrinas destaca un objeto: un teléfono celular con cubierta de oro de 24 kilates e incrustaciones de diamantes que perteneció a Daniel Pérez Rojas, alias "El Cachetes", un presunto miembro del cartel de Los Zetas que actualmente está detenido en Guatemala.
La Sedena también ofreció a la prensa un recorrido por los almacenes que albergan algunas de las armas incautadas al crimen organizado, las cuales son destruidas al finalizar algún proceso penal.
AP

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