lunes, 16 de agosto de 2010

La Intervención Invisible


Fuente: INFO7
Luis Padua

Hace dos años, cuando iniciamos esta aventura periodística llamadaSemanario Info7, ya advertíamos de la agenda para desprestigiar a México. Una agenda oculta,  orquestada desde el extranjero y desarrollada en los planos político y mediático. Su objetivo: que México se vea forzado a ceder más el control de su soberanía en beneficio de los intereses de grupos internacionales.


Si atamos cabos en relación a sucesos ocurridos en los últimos años y agregamos un poco de investigación, veremos no sólo que dicha agenda existe, sino que incluso ha tenido ya considerables avances.


Chistes malos Vs. México 

Hoy, más que nunca, la imagen mundial de México se relaciona con el tema de las drogas y la violencia. Tan sólo en la más reciente (e insufrible) película de Adam Sandler se hace un desagradable chiste en el que la palabra “México” equivale a algo peor que “infierno”.
Mientras, al interior del país ya escuchamos voces exigiendo el ingreso de tropas de la ONU para combatir al crimen organizado, escritos como los de Jorge Castañeda
que invitan a seguir el ejemplo de Colombia permitiendo la instalación de bases de EEUU en nuestro país, y muchos otros alegatos en favor de que “nos vengan a salvar de fuera”.


La agenda Rockefeller 

Son ciertas fuerzas las que empujaron malintencionadamente una agenda para crear este escenario. El tema de la inseguridad en México suena alarmante porque así se planeó: el 2010 era el año en que, según acordaron los instigadores de esta agenda, ya tenía que haberse creado el “perímetro de seguridad de Norteamérica”, en el que Canadá, Estados Unidos y México compartirían un mismo control de la seguridad.


En una insufrible película de Adam Sandler se asocia a México con un infierno


El plan sobre ese “perímetro de seguridad” fue dado a conocer en el 2005 por un grupo privado de Estados Unidos llamado “Independent Task Force on the Future of North America”, relacionado nada menos que al multimillonario David Rockefeller y sus organizaciones como la Trilateral Comission y el Council on Foreign Relations; organismos que veladamente han manipulado la política del gobierno de EEUU durante décadas, y en gran medida han definido el rumbo del mundo en la última mitad del siglo XX. Coincidentemente, en el mismo 2005 los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá firmarían el polémico “Acuerdo para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte” (ASPAN), inspirado en los principios dados a conocer por dicho grupo privado.

Hoy, el objetivo de la “cofradía Rockefeller” con la agenda “Norteamérica 2010” es ensanchar el territorio en el que estos multimillonarios banqueros y empresarios pueden tener un mayor control para hacer negocios seguros y redituables. El territorio lógico e inmediato para la expansión desde EEUU es obviamente México, porque de esta forma la “frontera sur” de la seguridad se reduciría a la estrecha frontera con Guatemala.

La idea de estos grupos es que Canadá y México vayan alineando sus políticas con Estados Unidos (tanto jurídicas como económicas, educativas y energéticas), así  como el control de su seguridad, para crear una región más favorable a los intereses de estas grandes compañías.


Intentan demostrar que no podemos solos 

Nuestros dos países no son enemigos como para justificar una intervención armada y la opción a seguir en esta agenda parece ser demostrar que en México no podemos organizarnos solos.
Qué mejor entonces que permitir que México se inunde con armas de alto poder,  para que nos hagamos garras. Son 2,000 armas cada día las que entran ilegalmente a México, provenientes de EE UU, según constata el Colegio de la Frontera Norte en una nota de El Financiero fechada el 4 de agosto del 2010. Refieren también  que la industria armamentista en EE UU estuvo creciendo 10% cada año en la última década. ¿Qué no es escandalosamente sospechoso que EE UU no haga nada por detener ese flujo ilegal de armas que pasa por debajo de sus narices? 



Cada día entran 2,000 armas de alto poder de Estados Unidos a México



EEUU:  insaciable consumidor 

Si a esto se le agrega el impresionante crecimiento que ha tenido el narco en México, alimentado, claro, por la desorbitada demanda de nuestros vecinos consumidores, nuestro país se vuelve un caldo de cultivo para el caos. Más, si muchos de estos grupos traficantes de droga tienen a sus socios del otro lado, y por lo tanto pueden ser manipulados desde fuera.

Así se ha tejido lo que podríamos llamar una perfecta “intervención invisible”. Sin que nos diéramos cuenta, fuimos llevados a un escenario en el que estamos muy 
cerca de perder el control de nuestro propio país. Lo peor es que hemos sido nosotros mismos, los mexicanos, los que lo hicimos posible, apuntándonos los unos a los otros con esas armas que pusieron en nuestras manos, sin saber a ciencia cierta para quién hemos estado trabajando.


Fuimos llevados hacia un escenario en el que se supone que no tenemos control


Y en estos dos años, desde este espacio del Semanario Info7, hemos procurado ventilar esas agendas que los medios masivos internacionales no le van a mostrar, porque sus intereses también están relacionados con los de estos grandes corporativos.

Que no nos engañen: la lectura de nuestra realidad no es la de una simple guerra de
cárteles que a la vez se enfrentan al gobierno mexicano. Esa guerra ya existía y México podía, hasta cierto punto, mantenerla bajo control. Cuando todo el poder del Estado parece ya no bastar, es porque detrás tiene que haber un poder tan o más grande enfrentándolo.

Por eso la otra lectura, que urge poner al descubierto, es aquella de un poderoso conglomerado internacional buscando desprestigiar e intervenir en México.


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