sábado, 14 de agosto de 2010

Sicarios

Fuente: Milenio
Fusilerías

Alfredo C. Villeda

2010-08-14•Cultura
Hallazgo del Proyecto Dikika. Foto: AFP


No pocos consumidores de noticias saben que ya en el año 81 antes de Cristo había una Lex Cornelia de Sicariis o ley sobre apuñaladores y envenenadores. Porque si bien ahora la Real Academia Española define al sicario como un asesino asalariado, en su origen del latín, ni por etimología ni por uso, se consideraba pago alguno. Por las crónicas del historiador Flavio Josefo (37-101), empero, se sabe que estos hombres daga eran asignados a su tarea en asambleas populares, peregrinaciones y actos políticos.
El francés define al sicare como un homme de main, que se acerca más al término original, y como un tueur à gages, definición más próxima a la actual. Sorprende más el inglés, que se queda con el uso común y lo denomina hired killer y hired assassin, si bien adopta también el de hit man. Pero atendiendo al origen, acaso esa lengua debería volver a palabras más exactas, como lo pensó el cineasta Ridley Scott con su Blade Runner, o Robert Rodríguez con su navajero Danny Trejo en alguno de sus filmes con Antonio Banderas y Salma Hayek.
Blades, “navajas” en inglés, es por cierto el apellido de Rubén, el panameño que canta en “Sicarios”: Yo no sé si el tipo es bueno, o malo;/ solo sé que le tocó perder./ En el cielo está Dios, soberano: /en la tierra, la orden del cartel./ (…) Yo por él no siento compasión./ Nunca en vida él hizo algo por mí. /Si es entre él y yo la selección,/no me dolerá verlo morir.” Ya para entonces están lejanas las concepciones de sicarios y sus órdenes reseñadas por Flavio Josefo, y el significado original de sica, es decir, “puñal o daga pequeña”.
Porque Blades ya habla de un asesino “moderno”, si se permite el término. Un matador al estilo de los personajes de Fernando Vallejo en la novela La Virgen de los Sicarios. Un ejecutor como de los que tenemos noticia a diario desde que la lucha contra el narco y entre narcos se convirtió en la prioridad del gobierno mexicano. Son los sicarios que ya dejaron atrás cuchillos para empuñar pistolas, metralletas y fusiles. Dejaron de ser los hombres daga, los navajeros, para ser el hit man, el hired killer, el tueur à gages. Para ser personajes en una novela reciente de Homero Aridjis.
Pero si a usted, amable e insospechado lector, le parece lejano hablar de Blade Runner o de la Orden de los Asesinos de Levante, que por dos centurias jugó un rol siniestro a partir de una pequeña secta chiita, cuya evolución hizo surgir a finales del siglo XI un letal y efectivo grupo terrorista comandado por Hasan-1 Sabbah; si ve a la distancia a los matones de asambleas o del derecho romano, entonces debe aguardar para conocer de un antecedente más antiguo en materia de hombres daga.
Un equipo de paleontólogos de la Academia de Ciencias de California anunció esta semana el hallazgo de dos huesos de grandes mamíferos en el desierto de Afar, en Etiopía, que datan de 3.4 millones de años, es decir, correspondiente a la época en que vivió un antepasado humano, el australopiteco, familia a la que pertenece la famosa Lucy. El descrubrimiento, sin embargo, va a cambiar el calendario de la evolución, debido a que demuestra que esta especie ya echaba mano de útiles de piedra para cortar carne de mamíferos de gran tamaño y para romper huesos con el objeto de extraer la médula.
Es sólo el comienzo, pues, a partir de la evidencia científica, para hacer una revisión sobre el uso del cuchillo, pedernal si se desea. Habrá que explorar entre esos antepasados ya no la utilización del arma blanca, comprobada desde la antigüedad a partir de estos fósiles, sino de su finalidad. ¿Sólo era para cortar carne y alimentarse? ¿Sólo para defenderse de otros depredadores, de gran tamaño como se sabe, las megabestias? ¿O también servía para el ajuste de cuentas? ¿Nació el sicario con esos homínidos?


acvilleda@gmail.com

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