¿Cómo se preparan los guaruras frente al narco?

Fuente: CNN MÉXICO

Por Karl Penhaul

Martes, 22 de junio de 2010 a las 10:00

CIUDAD VICTORIA, México (CNN) — En esta parte de México la gente no llama al diablo por su nombre.

Así que si escuchas expresiones como "Triple Equis" o "La Letra", sabes que la gente habla veladamente de los dos grupos que libran una de las guerras más sanguinarias por el tráfico de las drogas en el país.

Ciudad Victoria, la capital de Tamaulipas, está entre la costa del Golfo y la frontera con Estados Unidos.

Por su ubicación es un territorio estratégico para las rutas del tráfico de cocaína y marihuana hacia Estados Unidos y Europa, tanto por tierra como por mar, y para el lucrativo negocio del tráfico humano.

En el corazón de Ciudad Victoria está la escuela de Mario Falcone, donde los futuros guardaespaldas son entrenados.

Falcone, cinturón negro de karate séptimo dan, es tan peligroso con las manos como con la pistola. Con su pelo corto y dura mirada parece un Terminator a la mexicana.

Pero Falcone no busca demostrar lo duro que es. Su misión es entrenar guardaespaldaspara los empresarios, políticos y altos mandos militares.

Lo que tiene claro es que no quiere enseñar a sus estudiantes a ser héroes, sino a proteger a sus clientes, y a sobrevivir.

“El concepto de estar dispuesto a dar la vida para proteger a alguien es una idea equivocada. Es difícil motivar a alguien para que dé la vida para proteger a otra persona", dice Falcone.

“Se trata más bien de estar dispuesto a matar a alguien para proteger a tu cliente. Morir en el cumplimiento del deber suena triste. Matar a alguien cumpliendo el deber suena duro, pero es mucho mejor", agrega.

Lección número uno: "matar o morir”. Lección número dos: aprender a no poner a un cliente en situaciones peligrosas, utilizando una buena dosis de observación y tácticas evasivas.

En los simulacros, los alumnos empiezan disparando en movimiento conréplicas de pistolas Beretta cargadas con balines de plástico.

Falcone grita las órdenes acompañadas de sabiduría popular.

"El samurai desenvaina rápido, pero envaina lentamente", les dice a sus pupilos, reprendiéndoles si desenfundan sus armas con demasiada lentitud o si las guardan demasiado rápido.

"Piensen como un animal, actúen como un animal y defiéndanse como animales", les recuerda, enfatizando que utilicen sus instintos primarios a la hora de disparar.

“Sangre fría, velocidad y precisión son las cosas que determinarán si viven o mueren", les explica. Fuera de este contexto, podrían ser frases sacadas de una película de acción.

Pero con la cruda guerra del narcotráfico en la puerta de casa, no son tácticas fantasiosas o simples teorías de libro.

Falcone cuenta que las mayores amenazas para los empresarios, políticos y otras figuras públicas son las emboscadas y los asesinatos, luego son los secuestros. Los empresarios, dice, también son vulnerables a la extorsión ahora que los cárteles diversifican sus operaciones.

Coincidiendo con las autoridades mexicanas y la Cruz Roja, Falcone también cree que la mayoría de las víctimas de la guerra contra el narco está vinculada de una forma u otra con alguna de las bandas, y que sólo una minoría son civiles inocentes.

La lucha entre el cártel del Golfo y su ex grupo de sicarios, los Zetas, se ha propagado hacia el nordeste de Tamaulipas y ha cruzado al vecino estado de Nuevo León.

Según algunos ciudadanos locales, conocedores de las operaciones de los cárteles, los Zetas, también llamados "La Letra", controlan Ciudad Victoria y la franja costera hacia el sur, incluido el puerto de Tampico.

Más al norte está el cártel del Golfo o la "Triple Equis", el que tiene la supremacía y domina gran parte de la frontera desde Matamoros hasta casi llegar a Nuevo Laredo.

Los últimos informes detallan que Nuevo Laredo todavía está en disputa por los cárteles. Monterrey, el corazón industrial de México y la tercera ciudad más grande del país, también está en el aire, aunque los indicios apuntan a que los Zetas son los que llevan la delantera.

Sin embargo, es imposible trazar un mapa definido. Las líneas de los frentes son borrosas y todo puede cambiar.

Funcionarios policiales y ciudadanos locales dicen que cártel del Golfo está reforzándose con el apoyo de sus ex rivales de los cárteles de Sinaloa y La Familia, que normalmente operan en otras partes de México.

Ahí podría surgir un conflicto en el futuro, dependiendo de la solidez de estas alianzas, y, como parece un matrimonio de conveniencia, podría durar tanto meses como años.

Pero según las reglas de "freakonomics" que gobiernan el tráfico de drogas, cuando uno de los cárteles cree que tiene suficiente poder como para quedarse con el negocio de una banda rival, justo eso hará hará.

Cualquier intento de arrebatarle el negocio a otro cártel es violento y al final se impone el que tiene más armas.

Falcone es quizás uno de los que mejor conoce la mentalidad de losasesinos  a sueldo de los cárteles. Desde 1997 ha entrenado entrena a unos 3,000 policías mexicanos, en su mayoría son agentes de los cuerpos de operaciones especiales.

Muchos de ellos, tiempo después, pasaron a las filas de los cártelespara formar parte de sus grupos de sicarios, como es el caso de los Zetas.

"Ya entrené a 2,500 o 3,000 policías y algunos todavía lo son, unos cuantos lo han dejado y otros han cambiado de bando", cuenta Falcone, que prefiere no hablar demasiado por su propia seguridad.

Él cree que los asesinos más sanguinarios son inadaptados sociales, posiblemente drogadictos.

"Muchos de los sicarios son jóvenes, sin valores morales y quizá estánbajo los efectos de alguna droga", dijo.

Durante nuestro viaje a México mandamos varios mensajes a través de intermediarios tanto a los Zetas como al cártel del Golfo, pero ninguno quiso reunirse con nosotros o aparecer en frente a la cámara.

Pero un residente de Ciudad Victoria que conoce bien las operaciones de los cárteles, nos dijo que los Zetas están muy bien organizados, bajo una sólida estructura jerárquica.

En lo más bajo de la pirámide están los más jóvenes menos experimentados, conocidos como los "Halcones": ganan unos 20 dólares al día y se dedican a vigilar, alertando de los movimientos de las fuerzas de seguridad o de civiles sospechosos que rondan en sus barrios.

Una fuente dijo que estos hombres tienen estrictamente prohibido beber o drogarse en sus horas de trabajo.

Los miembros armados de los cárteles son conocidos como "soldados" y parecen estar divididos en "estacas". Su papel es dar apoyo armado y cobertura si se produce un tiroteo. 

Luego están los sicarios, o asesinos a sueldo. Nuestra fuente nos dijo que "las estacas" y los sicarios tienen prohibido beber alcohol mientras trabajan, pero se les alienta a esnifar cocaína para darles energía adicional.

La otra arma en el arsenal de los cárteles son los policías y militares corruptos.

Un ex policía con el que nos reunimos en Reynosa nos contó que el cártel del Golfo paga unos 500 dólares a la quincena a los policías en activo por su servicio.

Y ése es un problema para el que Falcone entrena a sus alumnos.

Las bandas de narcotraficantes parecen tener ojos y oídos en todas partes, y sus sicarios en general parecen mejor armados incluso que las fuerzas de seguridad.

Ante esta dura realidad, Arturo Rubio, un ex policía y ahora socio de Falcone en su escuela, da un consejo con un poco de humor: "Si hay muchos de ellos (sicarios) entonces corre. Si sólo hay unos pocos, escóndete. Y si no hay absolutamente nadie, entonces a la carga mis valientes, nacimos para morir".